Radio Deseo, lo imposible no es inalcanzable

Alejandra Garcia Castro

En Bolivia, como en muchos países, los medios de comunicación están atravesando una crisis anclada en varios factores, entre ellos la crecida incontrolable de las redes sociales, en las que cualquiera puede convertirse en generador de información de todo tipo, incluso falsa; el estrangulamiento económico del Estado hacia algunos medios; y la falta de empatía de la élite empresarial mediática –entre dueños y socios– hacia las y los trabajadores de la prensa.

En los últimos años, han abierto y cerrado sus transmisiones varios canales de televisión, radios y muchos diarios están en agonía, debido a su imposibilidad económica de sostener a lxs trabajadores con uno o dos auspiciadores. La pauta estatal se distribuye solamente entre las grandes empresas mediáticas a cambio de establecer una agenda informativa sesgada hacia intereses políticos y económicos; por ello es que todos los medios convencionales tienen las mismas noticias día a día.

Hace 16 años nace radio Deseo, el único medio de comunicacaión en Bolivia que es una herramienta, un amplificador feminista anarquista, que no encaja con intereses políticos, ni económicos y tampoco con quienes se encuentran en el poder, más bien busca incomodarlos. Radio Deseo, dirigida por María Galindo en la parte política y Sergio Calero en la parte musical, ambas igual de importantes, ha sido pensada, no como un medio de comunicación social, sino como un medio social de comunicación. Por sus micrófonos han pasado y siguen pasando las y los rebeldes, voces solitarias o grupos organizados de personas que tienen mucho que decirle a la sociedad en primera persona y que quieran amplificar su voz.

Fachada de la sede de Mujeres Creando en La Paz/Foto: Montserrat Boix. CC BY‐SA 4.0 Deed

Más allá de esto, Radio Deseo es también una escuela de formación. Trabajadoras del hogar, ateos, maestras, profesionales de diferentes áreas, personas ciegas y con otras, maricones, aborteras, ambientalistas levantaron sus voces, en primera persona, para decir lo que otros medios acallan o interpretan o intermedian. Pero también aprendieron a redactar un guion, a manejar equipos, a editar audios, a realizar postproducción, a trabajar en equipo para llegar a un horizonte común desde diferentes luchas.

El sueño de cualquier periodista, informar sin patrón sobre lo que desea y como desea, únicamente con condicionamientos éticos: NO racismo, machismo, clasismo, ni militancia partidaria o religiosa, o dependencia de oenegés. SÍ respeto a las mujeres en situación de prostitución y a la decisión de abortar y vivir en libertad.

Algo fundamental para la lucha de Mujeres Creando es la autogestión. La casa que tenemos, de propiedad colectiva y donde funciona la radio, nos ha permitido tener independencia económica, que se traduce también en libertad política y de pensamiento. Por ello no seguimos ninguna agenda mediática impuesta, ni formatos tradicionales para hacer radio. De ahí la existencia de las «radiodocumentales», un formato creado por María Galindo y que está presente en el programa permanente que dirige casi desde el nacimiento de Radio Deseo.

La radiodocumental consiste en la transmisión en vivo de sus visitas a diferentes instituciones estatales y privadas, y también a empresas y otros espacios. No se trata solo de un programa de entrevistas a burócratas y jerarcas, sino de la transmisión en vivo de su lucha en busca de justicia; su agenda está impuesta por la desesperación y la desesperanza de gente a la que le cierran todas las puertas, y va a contracorriente de lo que el poder espera de los medios. Ahí se encuentra la clave del gran éxito que tiene, pues además de la interpelación, logra resultados concretos.

Durante la crisis política del 2019, cuando Evo Morales renunció a la presidencia y Janine Añez se convirtió en presidenta de facto, posesionada por el mando militar, la ciudad de La Paz se encontraba militarizada. En ese escenario, María y Radio Deseo establecieron un diálogo horizontal con la gente de distintas zonas, sobre todo de las periferias. Esto permitió reflejar lo que en realidad ocurría en esos momentos, una situación totalmente diferente a lo que dibujaba el resto de los medios; había pues terrorismo de Estado y un cerco mediático para la difusión de información falsa sobre los conflictos. La radio tomó mucha más fuerza de la que ya tenía, era el único medio con una mirada diferente de lo que acontecía y se constituyó en un referente, incluso para las y los bolivianos que se encontraban en el exterior. En ese contexto, Radio Deseo fue fundamental para amplificar más y más voces, y transmitió el «Parlamento de las mujeres», un espacio en el que mujeres de distintos ámbitos y procedencias pudieron expresar sus preocupaciones en medio del conflicto, pero también sus sueños de país. El 2020, cuando el mundo entero fue azotado por la pandemia, miles de voces abarrotaron la radio, a diferencia de los otros medios acostumbrados a las fuentes del poder y nada más.

Ahora, las radiodocumentales son un fenómeno comunicacional; por sus características de frontalidad, tienen un público masivo y aunque trata de ser imitado, difícilmente puede funcionar porque carece del ingrediente más importante: el compromiso real y consecuente, de más de 30 años de lucha.

Mujeres Creando tiene como su horizonte utópico la transformación social, en el que las mujeres seamos sujeto político y protagonistas de nuestros sueños. Para avanzar, en nuestra lucha cotidiana hacemos cosas concretas, como cumplir el sueño maravilloso de tener una radio que nos sirva para que las mujeres no seamos noticia solo cuando nos matan o nos violan, sino cuando estamos luchando contra las violencias y por nuestras libertades, cuando tenemos propuestas para construir una sociedad distinta y mejor, cuando dialogamos con todas y todos, y no solo con feministas. Radio Deseo se sale del libreto y por eso es única.

Tenemos la convicción de que lo imposible no es inalcanzable y nos damos maneras para gestar y parir formas contrahegemónicas de hacer comunicación. Para lograr la transformación social es necesario construir medios y un periodismo diferente, con una mirada totalmente distinta de la que ahora tienen sobre las problemáticas de las mujeres y sobre todo lo que atraviesa a nuestras sociedades, como el patriarcado, el colonialismo, el capitalismo, el clasismo, el machismo, entre otros. No basta con talleres de perspectiva de género para el abordaje de la información, todo lo contrario, hay que entender por qué esos sistemas de dominación continúan anclados y cuál es la responsabilidad que tienen los medios.

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