Jacy Seixas
A continuación publicamos un prefacio escrito por Jacy Seixas para el libro Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista, escrito por Thiago Lemos Silva, que fue publicado en 2023 por la Editora Cancioneiro. Quienes deseen leer el libro pueden descargarlo gratuitamente desde el perfil personal del autor en Academia.edu https://www.academia.edu/96069120/Neno_Vasco_por_Neno_Vasco_fragmentos_autobiogr%C3%A1ficos_de_um_anarquista
[…] Y sabía, por otra parte, que no había forma
más eficaz de romper la magia de la tradición
que recortando lo «rico y extraño», el coral y las perlas,
de lo que se había transmitido en una sola pieza masiva.
Hannah Arendt. “O pescador de pérolas”.
Walter Benjamin: 1892-1940
Con palabras precisas, Hannah Arendt recuerda a Walter Benjamin en un célebre ensayo en el que traza una especie de biografía intelectual de su amigo, entretejiendo el pensamiento y la persona de este pensador inclasificable, tan contemporáneo nuestro, que supo «perforar» la tradición para actualizarla en sus «fragmentos de pensamiento» y «formas y contornos cristalizados», para permitirle actuar. De manera espontánea y subversiva, los comentarios de Hannah Arendt me vinieron a la mente a menudo al leer Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista, que evoca la historia y la tradición anarquista, tematizando la vida de uno de sus militantes más importantes de las primeras décadas del siglo XX. Me gustaría, para empezar, hacer algunos comentarios sobre esta sincronía, porque la analogía no resultó ser en absoluto absurda, y me dio una clave para presentar el libro a sus lectores.
Neno Vasco por Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista comenzaron a ser pensados y escritos por Thiago Lemos Silva durante el desarrollo de su maestría, cuya tesis fue defendida en la UFU en 2012. Tuve entonces la satisfacción, como profesora y asesora académica, de seguir sus primeros pasos, a la vez vacilantes y enérgicos, como joven investigador, su insuperable curiosidad juvenil, su generosa apertura a los desafiantes temas contemporáneos que se le presentaban y que agitaban nuestro «pensamiento de la historia». Hoy, la satisfacción y la alegría se renuevan con esta especie de encuentro con biógrafo y biografiado, después de una década de maduración intelectual del primero que nos proporciona, con este libro, el conocimiento de un Neno Vasco (1878-1920) rebosante de contemporaneidad. El libro se presenta con un título un tanto engañoso -pero ¿a quién quiere engañar Thiago?- o como una trampa engañosa, inmediatamente colocada al lector: Neno Vasco de Neno Vasco… Una fórmula que anuncia, en su enunciación, no el disimulo autoral, sino la escritura de uno mismo, precisamente uno de los locus teóricos que construye y fundamenta el relato histórico-biográfico propuesto y que supone -como se analiza a fondo a lo largo del libro- la presencia del otro(s), de juegos inestables de alteridad. Alteridades y diálogos iniciados con sus contemporáneos, si pensamos en la construcción subjetiva de Neno Vasco, pero también -no podemos descuidarnos- diálogos que cortan la diacronía temporal y sirven de fuertes vínculos entre el historiador y su personaje.

Destaca un aspecto que ilumina la comprensión del libro: la identificación, o mejor dicho, los lazos de complicidad y compromiso que hacen que las vidas, luchas y debates del pasado, con sus incertidumbres y desafíos, se proyecten, en el crepúsculo, a las del presente. Porque es desde el presente que parte la trayectoria de Neno Vasco, trazada historiográficamente por Thiago Lemos, y, sin duda, es en nuestro presente donde se instala, con las incomodidades y acomodaciones propias de la escritura de todo heredero, posición y disposición que percibo en el autor. Quizá por eso se refiere a Neno Vasco con el uso reiterado de la expresión «nuestro biografiado»; el uso del posesivo que expresa proximidad, narrativa lejana-cercana y compromiso mutuo.
Estos «fragmentos autobiográficos» de un anarquista no aceptan concesiones a la nostalgia de un tiempo revolucionario ni a la glorificación romántica de un Neno Vasco heroico ni a las batallas revolucionarias del pasado, celosamente analizadas y cuestionadas. Evoco, una vez más, a Hannah Arendt traduciendo a Walter Benjamin, el «pescador de perlas»:
Pero, en cualquier caso, hay que sujetarlo firmemente por los cuernos, para poder consultar el pasado. Es el toro cuya sangre debe llenar el foso para que las sombras de los muertos puedan aparecer en su borde.1
De este modo, el historiador se convierte en heredero y, como tal, se inscribe en una tradición, en este caso, la tradición del pensamiento y la historia anarquista, de su rica e innovadora ética política, de las lecciones de la acción directa, de la pluralidad y controversia de sus acciones y formas de vida, de ninguna manera monótona y consensual. Pero el heredero del que hablamos no es el que quiere resucitar el pasado y que se arrodilla en reverencia ante el culto o la magia de una tradición a la que es fiel; por el contrario, es también y sobre todo un destructor, un interpelador por definición, un deconstruccionista desconfiado de todas las certezas que surgen de las filosofías de la historia. Su función es, reivindicando una tradición, encargarse de «seleccionar sus preciosos fragmentos de entre el montón de escombros» legados por la historia historicista, perforarlos (la imagen es fuerte e innegociable) en busca de las «perlas» y el «coral».2
Es en este sentido, y al unísono con Benjamin, que Derrida nos dice que «la mejor manera de ser fiel a una herencia es ser infiel a ella».3 En mi opinión, el resultado más completo y acertado de las reflexiones realizadas por Thiago Lemos es pensar la tradición anarquista, su actualidad, a través de la vida y la militancia -o mejor dicho, la vida militante- de Neno Vasco, centrándose en ella no como una operación historiográfica de desvelamiento, porque una herencia nunca se da «en una sola pieza masiva» (como escribió Hannah Arendt), pero debe ser revindicada, reconocida, incluso cuando no se hace explícita. Reivindicar una herencia -y percibo esta postura teórica en el libro- «no es instalarse en el discurso consagrado y, por lo tanto, apaciguador y repetitivo; sino, por el contrario, estar abiertos a diálogos imprevisibles; no es repetir el pasado en su alineación, sino inscribirse en la vida venidera […] es relanzar el pensamiento y la acción, inscribiendo el pasado en el presente, en el devenir»4
Neno Vasco por Neno Vasco… se organiza, haciéndose eco de su contemporaneidad, en fragmentos que forman mosaicos, tres capítulos-mosaico, reacios -según las intenciones del autor- a cualquier deseo de totalización o construcción de la figura del anarquista Neno Vasco en un único perfil homogéneo. Sin embargo, las piezas aquí reunidas en mosaico no defraudan, en su composición final y textura, a producir una armonía que nos permite comprender mejor este carácter histórico-coral de muchos tonos y relieves.
Son muchos los aportes que nos brinda este libro, en cuidadoso diálogo con la historiografía anarquista y obrera y con la figura ineludible de Gregório Nazianzeno Moreira de Queirós Vasconcelos, alias Neno Vasco. Si esto fuera un epitafio, encontraríamos el sucinto: abogado anarquista originario de Peñafiel, emigró a Brasil a principios del siglo XX, a la edad de 24 años, y regresó a Portugal en 1911, a su «Porta da Europa» (Puerta de Europa) -título de una columna que firmó, de 1911 a 1916, en el periódico anticlerical paulista A Lanterna– y murió muy joven. en 1920, a la edad de 42 años. Sin embargo, los significados y caminos de muchos desarrollos en la vida militante de Neno Vasco escapan a la banalidad y a las líneas rectas y breves. Thiago Lemos opta por escudriñarlos y construir el relato historiográfico a partir de sus escritos diversificados centrados, sin embargo, como crónicas –artículos, debates y polémicas del movimiento anarquista y congresos obreros nacionales e internacionales, análisis de hechos históricos macro y micro, acontecimientos cotidianos, hechos diversos- y una elección teórica que pone de relieve en ellos la presencia transversal y sutil de la subjetividad de su autor, una escritura del yo.
El hecho de que nuestro biografiado inscriba su yo autoral en el texto no significa, sin embargo, que las puertas de su historia de vida estén «abiertas de par en par», como si detrás de ellas hubiera un yo empírico lleno de sentido, listo para ser desvelado por este biógrafo.5
El historiador-biógrafo destaca en el hombre de personalidad tímida y retraída de las apariciones e intervenciones públicas, pero alejadas del misógino melancólico y solitario, las figuras inextricables del cronista y del militante revolucionario y, al hacerlo, al construir esta inseparabilidad entre escritura y activismo político, permite al lector conocer, problematizados, aspectos importantes de una época del movimiento revolucionario anarquista y sindicalista del movimiento obrero en las primeras décadas del siglo XX, tanto en Brasil como en Europa.
Thiago Lemos deja claras las razones de su elección y los efectos esperados en el montaje y argumentación de los capítulos:
[…] La crónica de Neno no puede reducirse a una mera literatura panfletaria. Su experiencia, como ensayista, poeta, dramaturgo, dialogante y cuentista, le permitió afrontar el pequeño acontecimiento de la vida cotidiana y superarlo, haciendo que el tema abordado resistiera la erosión del tiempo y adquiriera una actualidad siempre renovada.6
Es interesante, por lo tanto, que esta perspectiva teórica lo autorice a introducir, sin los riesgos del anacronismo histórico, la discusión contemporánea sobre el género, actualizando la agenda cara a la cultura política anarquista de la igualdad entre los sexos. El tema se aborda extensamente desde un hecho cotidiano, el «caso Joaquina Rosa», una joven trabajadora acusada de infanticidio, y desde las ambigüedades y conflictos de Neno Vasco al tratar el tema de los roles de género y la lucha por la emancipación.
La crónica del caso Joaquina Rosa revela la dificultad experimentada por Neno Vasco para encontrar el tono necesario para enfrentar el machismo, incluso por parte de los propios hombres anarquistas. En este proceso, osciló en un movimiento pendular -a veces de ruptura, a veces de continuidad- con los valores morales de su tiempo y espacio. Inmersa en un momento particular de la historia, su concepción libertaria de los roles de género no podría surgir sin los conflictos que la instituyeron y estructuraron como tal.7
Quiero destacar algunos de los fragmentos de los tres capítulos-mosaico, que acaban formando el mural de una época. El primero de ellos es la importancia de la acción directa, piedra de toque y quid del pensamiento político anarquista, de ayer y de hoy, amplia y puntualmente analizada en el libro. «Por eso somos partidarios de la «acción continua e incesante que crea el hecho»; por eso, por ejemplo, nos gusta la acción sindicalista diaria», escribe Neno Vasco en una crónica publicada en A Vida, de julio de 1906.
Thiago retoma en los escritos de Neno Vasco las discusiones y los temas que singularizan al anarquismo y al sindicalismo revolucionario en el campo histórico de la lucha revolucionaria: la distinción que guía la acción política en partidos y sindicatos; los diálogos fructíferos y las disensiones entre anarquistas sindicalistas y anarcocomunistas; la combinación dialéctica de reformas + revolución que especifica la «doble tarea» de los sindicatos desde la perspectiva del sindicalismo revolucionario. Recordemos: «El anarquismo ha sido sindicalista desde su cuna […] La acción obrera […] no solo se caracteriza por el método, por la acción directa, sino también por la naturaleza de las reivindicaciones» (VASCO, 1920a, p. 29,76). Énfasis y atención a las «mil formas» de la acción directa, siempre capaz de reinventarse y acoger lo imprevisible de la historia -«crea el hecho»- las nociones de «pedagogía revolucionaria» y «gimnasia revolucionaria» que enseñan que la fuerza de transformación proviene de la fuerza adquirida en las acciones de cada día. En cualquier caso, y en todas sus formas posibles, la acción directa -el mayor principio ético-político del anarquismo, reflejado incesantemente en las crónicas de Neno Vasco- como contrapunto a las políticas y dispositivos de representación y delegación de la voluntad y la acción se eleva, así, al resorte principal de la lenta y pedagógica transformación histórica, de las modalidades de autogestión. En un artículo del periódico A Guerra Social del 21 de agosto de 1912, Neno Vasco afirma: «La acción directa toma mil formas y es de todos los días, requiere actividad constante, aprendizaje incesante, desarrolla todas las energías y capacidades […] No hay otra más maleable, ni más educativa, ni más eficaz».
Un aspecto que merece atención es la escritura historiadora del archivero de Thiago Lemos, atento a las minucias, a los detalles, a las tonalidades más que a los tonos dominantes, a lo micro de la historia. Thiago nos trae, por ejemplo, un estudio detallado de los periódicos y publicaciones con los que Neno Vasco colaboró de 1901 a 1921 -con crónicas, noticias y comentarios, traducciones, artículos analíticos- en Brasil y Portugal, pero también en Francia, Argentina e Italia, ya sea como director y fundador o colaborador asiduo u ocasional. También podemos encontrar una verdadera radiografía de la genealogía y trayectoria de varios de los periódicos obreros y anarquistas de la época, con información específica sobre su surgimiento, grupo ideológico, alcance, militantes involucrados, actividades.
Atento a las subjetividades y a las formas de vida, el libro nos hace percibir y valorar, en la persona de Neno Vasco, las condiciones de vida y de trabajo del activista anarquista de principios de siglo, a menudo sin dinero para los gastos más elementales y dividido, aun así, entre colaboraciones pagadas (modalmente) en periódicos burgueses, casi nunca puntuales en los pagos, y el periodismo militante, que suele hacerse de forma gratuita. Y a lo largo del libro la cuestión fundamental de la memoria y el olvido del anarquismo en Brasil y Portugal, de las luchas que fueron declaradas revolucionarias en las primeras décadas del siglo XX, del sindicalismo revolucionario y del primer movimiento obrero con sus numerosas ligas y asociaciones de resistencia.
He aquí la invitación a leer Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista. El personaje, a través de su vida, sus escritos y su activismo a tiempo completo, se revela, en prismas, como un hombre comprometido con su tiempo, con los desafíos que le corresponden. Pero también son, en gran medida, nuestros… «tiempos oscuros» en los que reaparece la serpiente del fascismo y el terror totalitario, alimentada sustancialmente por la tecnología digital, los algoritmos y las «redes», a escala nacional e internacional.
Desde el pasado, la advertencia y el espíritu insubordinado de Neno Vasco resuenan en el presente: «El pesimismo desanimado me suena mal y la amargura me molesta, solo amo los himnos a la vida». Frase resaltada en un epígrafe del libro.
- ARENDT, Hannah. Walter Benjamin (1892-1940). En: ARENDT, Hannah. Hombres en tiempos oscuros. Traducido por Denise Bottmann. São Paulo: Companhia das Letras, 2008, p. 215. ↩︎
- ARENDT, Hannah. Walter Benjamin (1892-1940). En: ARENDT, Hannah. Hombres en tiempos oscuros. Traducido por Denise Bottmann. São Paulo: Companhia das Letras, 2008, p. 216 ↩︎
- DERRIDA, Jacques; ROUDINESCO, Elisabeth. Algo para mañana… diálogo. París: Flammarion, 200., p. 13. ↩︎
- SEIXAS, Jacy. Formaciones afectivas totalitarias: sentimientos y lenguajes de aislamiento. História: Questões & Debates, Curitiba, n. 2, v. 70, 2022, p. 174. ↩︎
- SILVA, Thiago Lemos. Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista. Teresina: Cancioneiro, 2023, p.153. ↩︎
- SILVA, Thiago Lemos. Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista. Teresina: Cancioneiro, 2023, p.361. ↩︎
- SILVA, Thiago Lemos. Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista. Teresina: Cancioneiro, 2023, p.105. ↩︎
Un comentario en “Neno Vasco de Neno Vasco: fragmentos autobiográficos de un anarquista”