Diálogos transnacionales a través de la revista Mujeres Libres

Aline do Carmo Costa Barbosa
Profesora de la Universidad Estadual de Goiás (UEG), investigadora de doctorado en la Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro (UNIRIO)

La revista Mujeres Libres, proyecto iniciado tres meses antes de que comenzara el proceso revolucionario español, contó en la redacción con Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada y Amparo Poch, quienes fueron las ideólogas de la revista. La participación intensa de estas tres mujeres en el mundo impreso es bastante conocida, y la concepción del proyecto se deriva incluso de la forma en que estas tres mujeres eran partícipes orgánicamente en la prensa libertaria española. No solo las tres publicaron en los periódicos más destacados de la prensa anarquista, sino que también adquirieron la conciencia de que las mujeres necesitaban un espacio propio en esta prensa predominantemente masculina. La intención de este trabajo es pensar en estas contribuciones que provienen de mujeres que no eran españolas, con el fin de reflexionar sobre cómo producían diálogos transnacionales, haciendo circular ideas más allá de sus fronteras a partir de sus contribuciones en la revista Mujeres Libres.

1 Diálogos transnacionales

A lo largo de las trece ediciones publicadas por el grupo, además de numerosos textos sin autoría, contamos con 19 textos que llevaban la firma de 10 mujeres cuya nacionalidad extranjera conocemos. Ellas son, Emma Goldman, nacida en Lituania, en el antiguo Imperio Ruso; Fanny, que escribía desde París; Jeanne Humbert, también nacida en Francia; Jeannette Hardy, que nació en Polonia pero que, según algunas fuentes, se naturalizó francesa; Emilienne Morin, también francesa; Nelly White, que publicaba como estadounidense; Etta Ferden, nacida en Austria; Berta Gamboa, que era mexicana; y Mika Etchebéhère y Nita Nahuel, ambas argentinas.

Entre estas diez mujeres, solo de Nelly White, que escribe un texto en el primer número,1 y de Fanny, que escribe dos textos firmados desde París, no conocemos sus biografías.

Como podemos ver en este mapa, la nacionalidad de las mujeres que más contribuyó a la revista fue la francesa. Para abordar tanto la propuesta editorial de la revista como para comprender estas contribuciones en otro idioma, me gustaría detenerme en cuatro cartas enviadas por Mercedes Comaposada, una de las redactoras de la revista, a Mollie Steimer, una fotógrafa anarquista ucraniana que también circuló por varios países y que en ese momento intercambiaba correspondencia con Mercedes desde Francia. Aunque no haya publicado en la revista, al menos no con su nombre, creemos que Mollie fue particularmente importante en la comunicación transnacional con Mujeres Libres en ese período.2

La primera carta, con fecha de abril de 1936, es decir, en el momento en que el primer número de la revista estaba a punto de ser publicado, Mercedes escribe a Mollie agradeciéndole los consejos y comentarios sobre la revista, menciona los contactos que hizo en Francia siguiendo sus indicaciones en busca de contribuciones extranjeras, y le pide que refuerce la solicitud de contribución para la revista a Emma Goldman.

El 1 de mayo, después de que el primer número ya hubiera sido publicado, con la contribución de Emma Goldman, nuevamente Mercedes escribe a Mollie pidiendo una contribución escrita mensual en el sentido de la solidaridad internacional femenina, reafirmando la gran influencia que una contribución extranjera podría aportar a la revista, y asegurando que ella misma traduciría fielmente del francés al español.

En la tercera carta, después de la publicación de dos ediciones, Mercedes pide correcciones para la revista, busca contactos para poder distribuir el material en Francia y nuevamente solicita una contribución escrita de Mollie, reafirmando que ellas mismas traducirían al español.

Por último, otra carta, que data de casi dos años después (abril de 1938), demuestra que la comunicación entre estas dos mujeres seguía marcada por una contribución y una solidaridad con la lucha en España, ahora también mencionando la contribución de Fanny, la mujer francesa cuya biografía desconocemos y que publicó dos textos en la revista.

Estas cartas son importantes porque confirman la intención editorial de la revista de contar con el apoyo de mujeres extranjeras, entendiendo tal contribución no solo como un reconocimiento para la revista, sino también como un elemento importante de intercambio de concepciones sobre lo que Mercedes llama «contribución sentido femenino internacional». Mercedes deja claro que dar a conocer la lucha de mujeres en otros países sería relevante para la revista, y en más de una ocasión le pide a Mollie que envíe algo para ser publicado, afirmando que ella misma traduciría al español. Además de las contribuciones escritas, Mercedes también confiaba en que Mollie hiciera una lectura crítica detallada de la revista, con sugerencias y correcciones, además de ser el enlace para la distribución de la revista en Francia. También en estas cartas tenemos una mención a Fanny, una mujer cuya biografía desconocemos por completo. Fanny escribió en la primera fase de la revista, en el primer y tercer número, en este último abordando discusiones sobre la participación de las mujeres en el movimiento huelguístico francés. Si bien Mollie Steimer, al menos públicamente, no respondió al llamado de Mercedes Comaposada para enviar contribuciones escritas a la revista, sabemos que Fanny lo hizo, respondiendo precisamente a la propuesta editorial de intercambiar experiencias sobre cómo las mujeres en otros países estaban participando en la lucha sindical. Después de este texto de Fanny, no tenemos ninguna publicación firmada con su nombre, pero sabemos, a partir de las cartas mencionadas, que hasta 1938, ella seguía contribuyendo de alguna manera con el movimiento.

Entre los textos publicados por todas estas mujeres, percibimos una pluralidad de temas a partir de la experiencia militante de cada una de ellas. De las diez mujeres mencionadas, ocho cruzaron fronteras y estuvieron en España durante el proceso revolucionario. Las otras dos (Nelly White y Fanny) no tienen registros, pero suponemos que Fanny continuó su contribución desde Francia. Cada una de ellas aportó a la revista temas que ya formaban parte del bagaje militante a lo largo de sus experiencias en otras localidades y organizaciones.

Resulta significativo el número de publicaciones de la anarquista Emma Goldman. Son seis números que incluyen textos firmados por ella o que le rinden homenaje. La segunda mujer extranjera con más publicaciones en la revista es Etta Federn, una austriaca que aportó temas relacionados con la maternidad, la infancia y la educación. Desde América Latina, contamos con la mexicana Berta Gamboa, quien publicó en la revista un texto relacionado con la lucha solidaria de sus compatriotas, titulado «Un homenaje a México», y las argentinas Mika E. y Nita Nahuel. Mika E. fue una mujer que destacó por su actuación en el frente de batalla, con una militancia excepcional en este terreno históricamente masculino. Fue, precisamente, a partir de esta experiencia que publicó en la revista dos textos, titulados «70 Brigada, 14 división» y «Altavoz de la 14 división». Por su parte, Nita Nahuel (Ana Pianceza) publicó en la revista una de las principales críticas dirigidas a los hombres anarquistas, titulada «Los que deshonran el anarquismo». Entre las mujeres francesas, además de la ya mencionada Fanny, tuvimos a Emilienne Morin, compañera de Buenaventura Durruti, quien publicó dos textos, el primero titulado «A mi gran ausente», escrito después de la muerte de Durruti, y el segundo, una carta escrita durante su regreso a Francia, publicada en el número 12, expresando su admiración por el movimiento de las Mujeres Libres. También de nacionalidad francesa, tuvimos a Jeanne Humbert, una anarquista pacifista y neomalthusiana que había formado parte en este país de la Liga para la Regeneración Humana (LRH) y que publicó en la primera fase de la revista el texto titulado «La superpoblación y la guerra», desarrollando reflexiones neomalthusianas sobre el pacifismo. Por último, Jeannette Hardy.

2 Jeannette Hardy

Identificar la trayectoria de cada una de estas mujeres nos ha permitido reflexionar sobre las contribuciones teóricas y prácticas que aportaron al movimiento de las Mujeres Libres. Entre todas estas mujeres me gustaría centrarme en una sola: Jeannette Hardy. El caso de esta mujer es representativo de las mujeres extranjeras que participaron en la revolución: una activista en la prensa libertaria y anarquista con una personalidad importante pero que apenas ha sido investigada.

HARDY, Jeannette. Revista Mujeres Libres. Ed.7, marzo, 1937.

Gracias a un artículo publicado en la versión polaca del Boletín Informativo de la CNT‐FAI3 tenemos información sobre esta mujer. Los autores recorrieron muchas fuentes en busca de la trayectoria y actuación de Jeannette Hardy, precisamente porque ella era la editora jefa de este Boletín Informativo. A partir de esta investigación, me gustaría destacar algunos elementos que pueden contribuir en el futuro a su biografía. En primer lugar, destaco que también se presentó con otros cuatro nombres: Jeannette Gourbil / Pola Gurwil / Perla Gourbil / Jeannette Kiffel.

También, a partir de las fuentes recuperadas por estos autores, la mayoría cartas, sabemos que Jeannette nació en Polonia, y perteneció a la Federación Anarquista Polaca, y más tarde fue a estudiar a Francia, donde se naturalizó francesa, convirtiéndose también en una militante reconocida en el movimiento anarquista polaco en Francia. En París, fue cofundadora de la editorial Nowa Epoka, y luego formó parte del grupo que publicó la revista Walka. Durante la revolución, estaba en Barcelona, donde fue Editora jefa, como ya dijimos, de la versión polaca del Boletín Informativo CNT‐FAI, durante 11 números. También en España trabajó como ingeniera eléctrica en la Federación Española de Sindicatos Ferroviarios. En 1938, fue detenida en Barcelona por el gobierno republicano, siendo liberada tres meses después. No sabemos cómo, pero estudió y profundizó en física nuclear. En nuestra búsqueda encontramos dos textos publicados en el periódico Solidaridad Obrera llamados «El misterio atómico», donde analiza sus preocupaciones sobre una sociedad que comienza a producir energía atómica con fines destructivos. A través de una publicación de Emma Goldman en Spain The World, también sabemos que después de salir de la cárcel, Puig Elías le había prometido un puesto como asistente de profesora de física, pocos meses antes de que Barcelona cayera en manos de los fascistas.

Durante su tiempo como editora jefa del Boletín Informativo de la CNT/FAI (Polonia), la mayoría de los artículos se dedicaron a defender las colectivizaciones en curso en Barcelona.

HARDY, Jeannete. Revista Mujeres Libres
Ed.11, noviembre, 1937.

En la revista Mujeres Libres, fue autora de dos textos que considero extremadamente importantes. A diferencia de la mayoría de las publicaciones de mujeres extranjeras, sus temas no trataron específicamente sobre el movimiento de mujeres, sino que aportaron a la revista una posición política crítica frente a las disputas internas del movimiento revolucionario. El primer texto, «¿Revolución Social o República Democrática?», publicado en el número 7 (marzo de 1937), criticaba a los partidos comunistas, especialmente al PSUC, al PCE y a la dirección sindical de la UGT, por practicar una política reformista que, en colaboración con la pequeña burguesía, intentaban desmantelar la revolución social que los trabajadores y trabajadoras habían iniciado el 19 de julio. La autora planteaba la pregunta de cómo deberían reaccionar los anarquistas de la CNT y la FAI (en la que estaban incluidas las Mujeres Libres) a estos intentos. En su respuesta, recordaba que, en el ámbito del orden político institucional, estos partidos eran irrelevantes, ya que no pudieron resolver, ni siquiera defender «esta pobre República Española» cuando Francisco Franco intentó el golpe, siendo precisamente donde el anarcosindicalismo estaba más arraigado que los trabajadores «liquidaran al fascismo en cuarenta y ocho horas».

En el terreno del orden económico y social, eran aún más obsoletos: «Un siglo de reinado de los partidos políticos no ha podido realizar esto que han realizado los sindicatos anarcosindicalistas apenas en unos días». Pasados ocho meses del inicio de la revolución, al darse cuenta de su impotencia, estos partidos comenzaban los ataques desesperados a las fuerzas anarquistas. Sin embargo, recordaba ella, que la solidaridad y la ética de los anarquistas estaban venciendo entre los métodos y las iniciativas de los trabajadores, razón por la cual «las fábricas, los talleres, las minas, etc., colectivizados han madurado para una forma social superior: la socialización». Y era precisamente en la socialización de la vida económica y social que deberían concentrarse los sindicatos de la CNT. Este texto precede a los Hechos de Mayo, e indica que los ataques a las fuerzas anarquistas ya estaban siendo leídos por Jeannette con gran preocupación. También fue publicado de forma anónima en el mencionado Boletín de la CNT‐AIT, tanto en polaco como en inglés. Según Andrzej Grzybowski y Piotr Laskowski, este texto fue la primera voz fuerte que se levantó contra el estalinismo. Meses después, en el número 11, Jeannette Hardy vuelve a publicar en la revista Mujeres Libres, el texto «La revolución española y la solidaridad proletaria internacional», en el que hace una exaltación de la experiencia revolucionaria española, ya que fue capaz de generar una solidaridad internacional nunca antes vista, utilizando como ejemplo el movimiento anarquista polaco, que bajo la influencia de las ideas anarcosindicalistas españolas logró por primera vez que los trabajadores, en pleno régimen fascista, se negaran a producir tejidos para los uniformes de las tropas de Franco. Más adelante, la autora recurre a la experiencia marxista francesa para criticar la ausencia de esta misma solidaridad en la lucha española. La idea de internacionalismo fue reclamada por la autora para criticar la falta de este principio entre los marxistas, defendiendo la posición de la AIT como la única que llevaba a cabo el principio de solidaridad internacional. Este texto es significativo en lo que llamamos diálogos transnacionales. Jeannette articulaba y reclamaba en un solo texto la ruptura de las fronteras entre Polonia, Francia y España, como la única posibilidad revolucionaria. Su inserción en el movimiento polaco la llevaba a analizar las conquistas solidarias de este país, al mismo tiempo que su inserción en el movimiento anarquista francés la llevaba a criticar la ausencia de estos principios en la organización marxista de Francia. Estas lecturas, a su vez, se hacían desde su experiencia en España, durante los conflictos internos entre la posición colaboracionista de la CNT y las divergencias y críticas en la AIT.

Su figura nos resulta extremadamente relevante. Su actuación como editora, escritora y traductora aportó contribuciones a la revista Mujeres Libres y al Boletín Informativo de la CNT en Polonia desde una posición muy marcada sobre los rumbos revolucionarios y los dilemas vividos dentro del movimiento anarquista. La defensa de la colectivización y la socialización se convirtieron en principios innegociables para Jeannette. Con ella, la revista Mujeres Libres ganó en contenido, difundiendo una posición crítica dentro de la CNT y la FAI, y dando voz a una mujer que, aunque no tematizó específicamente la lucha de las mujeres, reflexionó sobre cuestiones políticas y económicas de manera profunda.

Los escritos de Jeannette Hardy fortalecen una lectura que muestra que las mujeres no solo escribían sobre los temas específicos y legítimos de la lucha femenina durante la revolución, sino que también se insertaban en las discusiones internas de las organizaciones anarquistas, produciendo reflexiones y posicionándose de manera crítica en un terreno predominantemente masculino.

Su actividad periodística no fue solo puntual, y su inserción en la prensa libertaria aportó análisis importantes para el movimiento anarquista español. En Brasil, en una investigación sobre las colectivizaciones de los transportes catalanes, aunque nada se menciona sobre su biografía, es un texto suyo publicado en 1937 en el periódico Solidaridad Obrera, el que el autor brasileño, Igor Pomini4 utiliza para investigar los procesos de colectivización en Barcelona, desglosando su texto y analizando de qué manera la autora diferenciaba la socialización de la colectivización y proponía un plan para ser elaborado por las organizaciones sindicales.

Su conciencia política inicial no se formó en España, sino a partir de experiencias anteriores tanto en Polonia como en Francia, y trajo a este país la práctica de los principios que defendía. En España, experimentó las colectividades y las defendió como forma de organización social, explorando las  posibilidades emancipatorias de estas. También rompió con los roles de género al estudiar física nuclear y trabajar como ingeniera eléctrica.

En julio de 1938 fue detenida en Barcelona por el gobierno republicano, acusada de espionaje, y estuvo detenida durante tres meses hasta que finalmente fue liberada tras la intervención de algunas figuras destacadas del movimiento anarquista. Las fuentes indican que el delegado de la Federación Anarquista de Polonia, Andrzej (probablemente Salomon Filmus), la anarquista Emma Goldman, el secretario general de la CNT, Mariano Vázquez, y también Selma Blustein, una activista estadounidense, intervinieron en favor de su liberación.5 Una vez más, esto confirma la importancia de los contactos internacionales realizados por ella durante su actuación en Francia, Polonia y España.

Entre las escasas descripciones que tenemos, Emma Goldman en una extensa carta a Alexander Berkman, la describe con gran admiración. Goldman, que la encontró en 1933 en Saint‐Tropez (Francia), se pregunta:

«¿Cuántas chicas conocemos que hayan logrado tanto como Jeannette en tan poco tiempo? ¿Quién trabajó como ella para hacer lo que hizo? Y, sin embargo, desconoce por completo sus ventajas.»6

Aunque su biografía aún esté por hacer, que no sepamos en qué año nació, cuándo se mudó de Polonia, etc., no nos parece exagerado decir que era una mujer que se articulaba transnacionalmente. Jeannette Hardy publicó, tradujo, editó, articuló y, no siendo española, luchó en este territorio por la causa revolucionaria, rompiendo no solo física sino también ideológicamente las barreras del nacionalismo.

Como siempre, muchas mujeres han sido ignoradas por la historia. Sirva este artículo como una pequeña aportación a su reconocimiento.

Imagen: Daniel Lobo. Dominio público.

  1. White, Nelly , «El metro madrileño», Mujeres Libres, nº 1. ↩︎
  2. Real López, Inmaculada, «Mercedes Guillén y Mollie Steimer: anarquismo y feminismo. Epistolario inédito en torno a Mujeres Libres», Cuadernos Republicanos, nº 97 (2018), pp. 35‐64. ↩︎
  3. Grzybowski, Andrzej y Laskowski, Piotr, «Wjęzyku Polskim i Jego Redaktorka», Biuletyn Informacyjny CNT‐ FAI, 2018. ↩︎
  4. POMINI, I. P. As coletivizações dos transportes catalães no decurso da Guerra Civil espanhola. ANPUH, 2020. ↩︎
  5. Grzybowski, Andrzej y Laskowski, Piotr, «Wjęzyku Polskim i Jego Redaktorka», Biuletyn Informacyjny CNT‐ FAI, 2018. ↩︎
  6. Carta de Emma Goldman a Alexander Berkman del 4 de agosto de 1933, IISG, Emma Goldman Papers, correspondencia general, 21. ↩︎

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