Colectivo Salud y Libertad Aragón
Ante la grave situación sanitaria en las cárceles de nuestro territorio y el intolerable e insoportable número de muertes en las prisiones, «Salud y Libertad» tiene el objetivo de denunciar la vulneración de derechos que sufren las personas presas en materia de atención médica y exigir medidas destinadas a mejorarla, sin renunciar a los principios anticarcelarios y antipunitivistas. Hay muertes por negligencia institucional.
Sanidad penitenciaria en las prisiones de Aragón
En la cárcel de Zuera, en julio de 2023 se jubilaron los dos últimos médicos titulares. Tras meses donde la atención se dejó en manos del personal de enfermería más allá de la telemedicina y de un servicio externalizado por horas, en los últimos meses se han incorporado tres interinos. El mínimo para cubrir de forma «correcta» la atención sanitaria serían seis médicos. Con la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud se prevé la transferencia de los servicios sanitarios en prisión del Ministerio de Interior a las Comunidades Autónomas, sin embargo, en Aragón y en la mayoría de las CCAA., no se ha producido. Esto supone que, en ocasiones, sea difícil que prevalezca el criterio médico al ser el Ministerio del Interior quien vela por la salud del paciente y que no se cubran las plazas de personal funcionario de servicios sanitarios por la precariedad de los contratos realizados por dicho Ministerio.
Situación de las personas presas
La falta de personal acarrea graves consecuencias para la vida como restricciones a tratamientos, retraso o ausencia de diagnóstico, seguimiento inadecuado de dolencias crónicas, patologización y sobremedicación psiquiátrica y una alta incidencia de enfermedades infecciosas con atención insuficiente. Todo ello agravado, además, con la propia naturaleza y circunstancias de la prisión que, en sí misma, es causa de enfermedad y padecimientos físicos y mentales, lo que supone una grave amenaza a la salud y la vida.
Nuestras reivindicaciones
Reivindicamos y exigimos que se realice el traspaso de competencias de
sanidad penitenciaria al Servicio Aragonés de Salud, asegurar a las personas presas la misma atención sanitaria que al resto de la población, registrar el número de muertes en prisión, garantizar canales de denuncia efectivos y confidenciales y realizar un seguimiento de las solicitudes de atención médica.
La negligencia institucional se está pagando con sufrimiento y con vidas. Una sola muerte es intolerable, pero su exceso parece haberse convertido en un simple y frío recuento.
¡No más muertes en las cárceles! ¡Nos queremos libres! ¡Salud para la
libertad!
Salud y Libertad
Redes Libertarias 