No preocuparse por tu privacidad porque no tengo nada que esconder es como no preocuparse por la libertad de expresión porque no tengo nada que decir
Edward Snowden
Hacklab Logout / 24-11-24
Somos individualidades organizadas en contra de la expansión de las grandes corporaciones tecnológicas. Hemos redactado este escrito porque vemos como más y más colectivos y proyectos autónomos, feministas, antirracistas y anticapitalistas (y también individualidades afines a estas ideas) usan Instagram como una herramienta imprescindible o única de difusión y de comunicación externa o, también, como manera de relacionarse socialmente. En cambio, los intereses capitalistas y expansionistas de estas plataformas digitales apuntan directamente en contra de los objetivos que estos colectivos e individualidades quieren defender. No entendemos este oxímoron.
Lo que leeréis no es solo aplicable en Instagram. Es también un análisis crítico sobre otras redes sociales como Facebook (Meta), Twitter (ahora, X), Whatsapp, Tinder, OkCupid, Bumble, etc. Entendemos que cualquier servicio de Internet que no sea autogestionado o de software libre, funciona bajo los intereses oscuros de las grandes corporaciones tecnológicas que, por detrás de estas redes sociales, quieren limitar el pensamiento crítico y crear un entorno mental donde prevalece la obediencia con el objetivo de expandir su monopolio tecnológico. Por lo tanto, ante esta situación, queremos generar un discurso crítico y radical en relación con el uso de estas plataformas digitales y proponer maneras alternativas de usar Internet y de relacionarnos digitalmente.
A continuación exponemos algunas de las razones por las cuales nos parece importante la oposición política sobre el uso y mantenimiento de estas redes sociales. En cada apartado, explicamos diferentes motivos del porqué nos oponemos en Instagram. Además, añadimos recursos informativos que corroboran los análisis incluidos en este escrito. Después de estos apartados, añadimos algunos apuntes con información adicional que nos parecen cruciales para entender el impacto del uso individual y colectivo de estas plataformas digitales.
Al final, encontraréis un pequeño texto que explica diferentes estrategias que proponen un modelo de relacionarse digitalmente menos intrusivo y más autogestionado, orientado a una perspectiva anticapitalista, antirracista y libertaria de entender el mundo.
Esperamos que os parezca interesante y útil.
¡Gracias y viva la autogestión digital!
Nos oponemos en Instagram porque…
1. Genera un canon físico, psicológico y sexual hegemónico
Los algoritmos priorizan contenidos que se alinean con patrones dominantes o rentables. A través de bucles que retroalimentan discursos hegemónicos con más interacción y visibilidad de los contenidos publicados, las redes sociales suprimen otras visiones y voces generando, por lo tanto, un canon físico, psicológico y sexual hegemónico.

Además, los algoritmos están pensados para causar adicción y sobre estimulación, actuando como una droga que deforma la realidad en la forma en cómo nos relacionamos con el mundo, la gente y nosotras mismas. De hecho, durante el 2021, una filtración de un informe interno de Meta revela que Instagram agrava los problemas de percepción corporal en uno de cada tres adolescentes y acentúa los niveles de ansiedad y de depresión.
Por otro lado, estas redes sociales facilitan el acoso sexual porque permiten el anonimato, la moderación débil del contenido y la amplificación algorítmica de diferentes tipos de comportamiento nocivo, como el machismo y la homofobia. El mismo Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha tenido que comparecer en el Senado de los Estados Unidos para dar explicaciones sobre los casos de abuso sexual a menores en redes como Instagram.
El 12% de los jóvenes entre 14 y 17 años sufrió violencia sexual a través de las redes sociales en el año 2023, según las conclusiones de un estudio de la Universitat de Barcelona.
A pesar de conocer los efectos perjudiciales de las redes sociales no se ha hecho nada para mitigarlo. ¿Podemos, por lo tanto, confiar en una herramienta creada por hombres blancos y ricos acostumbrados a jugar con la mente de les consumidores?
2. Alimenta el capitalismo de vigilancia
El capitalismo de vigilancia es un sistema económico donde las empresas recopilan datos personales de forma masiva con el objetivo de predecir e influenciar el comportamiento de les usuaries para beneficio propio. Por ejemplo, la empresa Clearview, fundada por individuos vinculados con partidos y organizaciones de la extrema derecha, usa el contenido de las redes sociales para extraer fotografías de las caras de les usuaries y alimentar su inteligencia artificial (IA) de reconocimiento facial. Con el objetivo de obtener 4 fotos de cada habitante del planeta, sus clientes están dispersos por todo el mundo, incluidas empresas privadas y regímenes autocráticos, como se explica al documental «Tú cara es nuestra», producido por Televisión Española. En el mismo documental, se puede ver una cata de cómo de sorprendiente es este software y se explica el tema en profundidad.

Otro caso es el de Cambridge Analytica, empresa dedicada a extraer información de las redes sociales. Su actuación fue clave en muchos momentos como, por ejemplo, durante la campaña del Brexit en el Reino Unido y las elecciones por presidente de Donald Trump en los Estados Unidos. Incluso ofrecieron sus servicios a partidos como Vox. Gente clave de esta empresa, como Steve Bannon, están también relacionados con la extrema derecha y han mantenido reuniones con Marine Le Pen, Matteo Salvini y otras.
Pero las estrategias de desinformación generadas a través de los datos que propiciamos en las redes sociales no acaba aquí —y tiene mil formas—. En el Brasil, por ejemplo, una campaña de desinformación orquestada desde los Estados Unidos a través del Whatsapp ayudó a Jair Bolsonaro a llegar al poder en 2018.
Y no solo esto. Los datos generados de y por usuaries puede acabar en manos de cualquiera, por ejemplo en la web https://antifawatch.net/. Esta página está controlada por grupos neonazis que recopilan información personal, fotografías y otros datos sobre personas y colectivos antifascistas.
A pesar de que pensamos que no estamos colgando nada importante, en el mundo de los datos todo cuenta. Por lo tanto, tenemos que ser conscientes de que nuestros datos son valiosos y podemos estar colaborando inconscientemente con proyectos e ideas con las que estamos en contra.
3. Amplifica la polarización y la desinformación
Conocido como radicalización algorítmica, este mecanismo genera recomendaciones a contenidos extremos y morbosos con el objetivo de maximizar el tiempo que les usuaries dedican en las redes sociales. Como resultado, les usuaries son manipulades continuamente, llegando a opiniones más polarizadas y sin ningún tipo de análisis sobre los intereses que existen detrás de estos discursos.

La radicalización algorítmica ocurre en la mayoría de redes sociales y está directamente relacionada con el aumento de la homofobia, islamofobia o de la expansión de la extrema derecha en todo el mundo. En efecto, en la misma filtración que reveló un informe interno de Meta, se dio a entender como el algoritmo de recomendación de contenido promociona el contenido polarizado.
Además, estas redes sociales también sirven como plataformas que favorecen la proliferación de discursos de odio y de populismo, donde la “nueva extrema derecha” ha encontrado una nueva veta a explotar para captar la juventud. Por ejemplo, Vox gastó 300 euros en un cartel propagandístico en el metro de Madrid diciendo que un menor de edad extranjero cobra 4.700 euros en el mes. Esta campaña se hizo viral, haciéndolos ganar miles de euros en publicidad en las redes sociales, además de visibilidad y votantes.
Otras campañas se basan en analizar datos que son públicos en las redes sociales para establecer una estrategia de desinformación, como hacía la empresa Cambridge Analytica, mencionada en el anterior punto. Por ejemplo, si detectan que un sector de la población indeciso es homófobo o racista, ponen en marcha una campaña de Fake News diciendo que las migrantes reciben más ayudas que gente “nacida aquí» o que “la educación sexual en las escuelas enseña a los niños a ser homosexuales”.
En todo este ecosistema, los discursos de hombres blancos cis-hetero se posicionan fácilmente por encima de otros. Poco a poco, la extrema derecha ha ido invadiendo las redes sociales, entre otras cosas porque su discurso favorece el capitalismo neoliberal.
La moderación no es imparcial: crea fenómenos como los Fachatubers, fomenta discursos de odio como el lgtbifobia y aposenta el auge de la extrema derecha.
¿Podemos confiar en un sistema moderado por gente a quienes estos discursos favorecen? Instagram da visibilidad a los discursos de la extrema derecha. No seas cómplice de sus estrategias manipuladoras.
4. Filtra información a la policía
Los agentes de la policía pueden usar las redes sociales para monitorizar individuos mediante el análisis de publicaciones y el seguimiento de datos de geolocalización. Además, el uso de herramientas algorítmicas pueden identificar personas consideradas sospechosas o movimientos en grupo, públicos o privados, de redes sociales con más actividad. Entre los datos que investigan, los agentes de la policía y de vigilancia del estado están atentos a:

A.- Quién ha estado dónde y con quién, incluso gente que no forma parte de ningún tipo de redes sociales. Esto pasa cuando fotografías con personas que no tienen redes sociales son subidas sin su conocimiento.
B.- Los hábitos de les usuaries, incluyendo en qué horas se conectan, desde dónde, qué tipo de contenidos les gusta, etc.
Para llevar a cabo algunas de estas acciones de vigilancia, la policía necesita una autorización judicial que justifique la captura de datos privados. Normalmente, estas órdenes judiciales son pedidas con la intención de revelar la información de quien está detrás de una cuenta en concreto y usar el contenido subido como prueba en un juicio.
Aun así, con el sistema de espionaje digital Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, se puede ver como muchos cuerpos policiales, incluso el español, usan herramientas de vigilancia contra la población sin ninguna orden judicial, tal y como se ha visto en reiteradas ocasiones.
Entre los casos más conocidos destacan las suplantaciones de identidad hechas por los mossos d’escuadra (destapados por La Directa) en las redes sociales con el objetivo de espiar diferentes movimientos sociales en Cataluña, recopilando información e incluso realizando interacciones con las personas que les interesan.
Además, empresas como Meta o Google tienen sus propias vías para que la policía pueda consultar estos datos en una ostentación de colaboración policial más que complaciente. Aquí se pueden ver las peticiones donde Meta ha dado oficialmente información de usuaries en varios estados. Google te permite ver una parte de lo que saben de ti en la página de actividad de la cuenta. Buscando dentro de esta página podemos encontrar apartados como el historial de búsquedas, actividad en varias apps o geolocalización. Esta información puede ser pedida bajo orden judicial. Animamos a les lectores a dar un vistazo y configurar esta parte de la cuenta de Google, teniendo en cuenta que realmente no sabemos qué información puede seguir guardando, a pesar de que se puede deshabilitar el seguimiento de historiales.
Por otro lado, existen otras herramientas de pago, como FogReveal, que prestan servicios a la policía para analizar las redes sociales, dando información extra sobre les usuaries sin la necesidad de usar programas de espionaje digital como Pegasus. Estas herramientas están a la venta y proporcionan información no solo a cuerpos policiales, sino a quienes lo pueda pagar.
¡El capitalismo de vigilancia es el sueño de cualquier cuerpo policial y tu mera presencia allá lo alimenta! ¡No colabores!
5. Hace daño al planeta

Lo que conocemos como nube es, en realidad, una cantidad enorme de ordenadores interconectados entre ellos en lugares llamados datacenters. En los datacenters, aplicaciones como Instagram almacenan todos nuestros datos, como fotografías y conversaciones. Estos datacenters son propiedad de grandes empresas como Amazon, Microsoft o Google y están repartidos por todo el planeta con el objetivo de ofrecer un servicio rápido y escalable desde la persona más rica hasta la más pobre. El 70% del tráfico de Internet pasa por los datacenters de estas tres empresas.
Los datacenters tienen un gran consumo de energía, equivaliendo a 1% del consumo energético mundial. Por la otro lado, todo el ecosistema dependiente de las tecnologías de la comunicación es responsable casi del 2% de toda la emisión de dióxido de carbono anual a escala global —a pesar de que habría que revisar datos más actuales; con la IA ha au8mentado forzosamente-. Además, necesitan grandes cantidades de agua para poder refrigerar todos los ordenadores. Por ejemplo, se estima que el datacenter de Meta a Talavera de la Reina, una zona en peligro por sequía, consumirá 600 millones de litros de agua potable anuales.
Seguimos creciendo desmesuradamente y gastando recursos naturales como si fueran infinitos. ¿Realmente necesitamos esta cantidad enorme de datos y de información?
6. Apoya a Israel y censura a Palestina
No es solo Instagram, la mayoría de grandes corporaciones estadounidenses que apoyan al genocidio del pueblo Palestino y el apartheid de Israel. Concretamente, la red social de Meta colabora directamente con el gobierno israelí para decidir quién tiene que ser censurado. Según Human Right Watch, eliminan sistemáticamente el contenido pro-Palestina o que critique a Israel.
Pero no se limita a esto. El proyecto Nimbus, en el cual participan Google y Amazon junto con el gobierno de Israel, proporcionan una infraestructura tecnológica potente para seguir perpetuando el genocidio.
Aparentemente, Google está ayudando a la localización e identificación de objetivos y proporcionando herramientas de reconocimiento facial. Algunas de las tecnologías de IA (ejecutada por medio de los servidores de Google) que usa el ejército Israelí incluyen:

Lavender, un sistema con unos parámetros poco claros que ayuda a decidir si alguna persona tiene algún tipo de relación con o forma parte del Hamás. Por ejemplo, dependiendo si una persona está identificada como hombre o mujer, o si cambia mucho de teléfono, puede provocar que bombardeen su casa.
Where is Daddy, un sistema de geolocalización con IA capaz de seguir los movimientos de personas hasta casa suya para después bombardearla.
The Gospel, un sistema de IA que se encarga de detectar qué edificios están controlados por Hamás para poderlos bombardear.
A pesar de que estos sistemas no sean solo de Meta, las grandes corporaciones tecnológicas juegan un papel fundamental, directa o indirectamente, en el genocidio. Meta, por ejemplo, como ya hemos visto, comparte información incluso de quien hay en grupos de Whatsapp para poder seleccionar los objetivos de Lavender.
¿Qué habría pasado si algún régimen genocida de la Segunda Guerra Mundial hubiera tenido toda la información que existe ahora en las redes?
7. Funciona como una droga
Instagram y otras redes sociales provocan adicción. De hecho, Meta ha sido denunciada por las implicaciones adictivas que provocan sus redes sociales. Por otro lado, un informe filtrado en una demanda a TikTok demuestra que la compañía sabe que en poco menos de 30 minutos puede hacer adicto a una persona.

¿Y cómo hacen esto? Del mismo modo que lo hacen los juegos de azar, o las drogas: las redes sociales liberan pequeños estímulos intermitentes por medio de los “likes” y otras interacciones que nos provocan la secreción de pequeñas dosis de dopamina. De este modo, con esta continua inyección de hormonas del placer, estos estímulos se convierten en adicción.
La adicción neurológica no es poca cosa. En los años 50, un estudio consiguió que un conjunto de ratas con electrodos al cerebro acabaran prefiriendo estos estímulos muy por encima de comer o de dormir (la caja de Skinner).
Aquí, el problema recae en el hecho que manipulan nuestras mentes a niveles muy primitivos: saben cómo se comporta nuestro cerebro y ponen en práctica aquello que aprendieron primero en ratas de laboratorio y después en consumidores. En el libro de Marta Peirano, El enemigo conoce el sistema, se describe este proceso y explica como en las nóminas de las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) están los mejores sociólogos, psicólogos, y podemos sospechar que otras ramas de la ciencia, salidos de las universidades más elitistas de EE. UU..
Juegan con nuestras mentes y continúan jugando cómo si fuéramos ratas de laboratorio. ¿Tenemos que dejar que esto pase?
8. Gana dinero con tu vida
Las grandes corporaciones tecnológicas buscan obtener el máximo beneficio y crecer exponencialmente. Aun así, sus productos siguen siendo aparentemente gratuitos. Pero esto no es nada más que una paradoja: el producto no es la red social en sí, el producto eres tú. Estas corporaciones venden los datos de les usuaries para lucrarse. Además, cuando un contenido es colgado en Instagram, este deja de ser propiedad de la persona que lo cuelga, y pasa a ser de Meta que lo puede usar por el que quiera.

Con los datos de les usuaries, las redes sociales venden esta información a empresas que se dedican al fecha mining, o extractivismo de datos. Con estos datos se pueden hacer estudios de población, crear anuncios personalizados mucho más eficaces para que muerda el cebo, influir en elecciones. Cada usuario de Meta es monitorizado por centenares de compañías de los más variados orígenes y propósitos.
De hecho, a principios del 2023, una filtración y varias investigaciones revelaban que algunas apps de nuestros teléfonos (entre ellas, Instagram) nos escuchan permanentemente, analizando el que decimos por, a posteriori, cruzar la información con nuestro perfil a Internet y revenderlo a empresas dedicadas a la publicidad. Encontramos a las GAFAM entre las que usan este método.
En un mundo capitalista no hay nada gratuito. Nuestras vidas no tienen precio. No las vendas a especuladores digitales!
Incluso, la lucha contra Instagram es una lucha anticapitalista
Luchar contra Instagram es una parte más de la lucha transversal del anticapitalismo. Instagram nos hace adictos, nos manipula, vende nuestra intimidad, colabora con el genocidio a Palestina, explota a sus trabajadores y genera una gran cantidad de CO₂ y de consumo de agua. Además, perpetúa los estereotipos de género y el patriarcado, es usado por bandas neonazis para lograr el poder e identificar migrantes sin papeles.

No nos tenemos que olvidar que Meta y otras corporaciones son grandes empresas estadounidenses que cotizan a bolsa y que tienen el objetivo de conseguir los máximos beneficios. Por lo tanto, las redes sociales son una parte importante del engranaje que hace girar la maquinaria capitalista.
Instagram no se puede usar como una herramienta política porque es un arma que apunta directamente a nosotros. Y usarlo es convertirnos en cómplices de todo esto. Hagámoslo fácil:
Di NO a Instagram y al capitalismo de vigilancia.
¿Y ahora qué? Alternativas en Instagram
La principal dificultad que nos encontramos en las redes sociales como Instagram es que son totalmente opacas. Esto pasa porque:
- La información está centralizada a servidores, en manos de grandes multinacionales, donde se guarda nuestra información sin saber quién la tiene. Además, solo se puede compartir contenido con la gente que forma parte de la misma red social.
- No sabemos cómo funciona por dentro. El algoritmo es un secreto misterioso. No sabemos cómo lo hacen para recomendarnos contenido, si el micrófono nos espía o si están usando el que colgamos para entrenar una IA asesina.
- Los datos ya no son tuyas y pasan a manos de empresas de toda clase, porque, como hemos visto, tú eres el producto. Por suerte, existen redes sociales que pueden ser una alternativa en este modelo opaco y centralizado. Son las redes sociales del Fedivers. Según Wikipedia, el Fedivers es una palabra que se utiliza habitualmente y de forma informal para referirse a una federación abierta de servidores de red social.
Dejándonos de palabras extrañas, el Fedivers es básicamente un grupo de redes sociales que se pueden interconectar entre ellas (como sí desde Instagram pudieras escribir a TikTok, y además pudieran existir servidores diferentes de Instagram en muchos lugares). En las redes sociales del Fedivers:
- La información no vive en un único servidor y se reparte entre los servidores que están federados entre ellos. Estos servidores están repartidos en todo el mundo y cualquier persona, con los conocimientos técnicos suficientes, podría tener uno. Por ejemplo, podría haber un servidor en tu barrio para dar servicio a la gente socia de la biblioteca. Redes sociales de proximidad!
- Es software libre, el que significa que alguna persona con los conocimientos técnicos suficientes puede mirar cómo está hecho el programa, buscar y solucionar errores, mejorarlo y hacer aportaciones en una forma mucho más participativa y distribuida de crear las aplicaciones que usamos.
- Los datos te pertenecen, puesto que las políticas de privacidad suelen ser menos abusivas. Además, siempre puedes montarte tu propio servicio, o buscar una persona en quien confíes. Algunas de las alternativas más conocidas son:
.Mastodon: sustituye Twitter (ahora X)
.Pixelfed: sustituye Instagram
.Peertube: sustituye YouTube
¡Y Muchas más! Os animamos a hacer vuestra investigación y descubrimientos.
Visitáis la página https://jointhefediverse.net/ donde podéis encontrar más información.
Tenemos que apostar por servidores pequeños, federados, autogestionados y sostenibles ante el almacenamiento masivo, centralizado y contaminante.
¿Y qué pasa si no puedo desaparecer sin más?
Puede pasar que, por el motivo que sea, necesitáis tener presencia en las redes sociales como Instagram, ya sea para intentar llegar a más gente o porque es la única forma de poneros en contacto con otros colectivos.
Existen propuestas como la RAP que nos pueden dar algunas ideas si esto pasa. Proponen que, si tenemos que seguir existiendo en el que denominan redes sociales publicitarías, al menos se tomen las siguientes medidas. Resumidamente:
Usar sin promocionar: Evitar al máximo el rastreo y usar cuántas menos funciones posibles. Por ejemplo, no incrustarlas en nuestras webs: el típico botón de me gusta que se pone en la web y sirve para rastrear usuaries.
Evitar contenido exclusivo: Publicar contenido exclusivo en medios publicitarios es una manera indirecta de incitar a otras personas a participar. Por ejemplo, en vez de colgar un cartel o hacer un post, puedes publicar un enlace con la información colgada en alguno otro medio (como por ejemplo un web) que esté bajo nuestro control preferiblemente.
Evitar contribuir económicamente: Pagar para poner antes nuestras publicaciones es financiar y participar de un sistema publicitario que explota la atención de las personas y genera un entorno digital tóxico.
A pesar de que estos puntos están formulados desde un punto de vista de lucha contra el sistema publicitario, son unas buenas bases para usar las redes sociales si no tenso más remedio. Otras medidas que podrían añadirse para reducir su alcance incluyen:
-Reducir las interacciones al mínimo, para evitar hacer grafos sociales, estudios, etc.
-No colgar nunca fotos donde salgan caras y, en general, ningún tipo de fotografía.
-No usarlas como herramienta principal de comunicación con otros colectivos o personas
-No usarlas como herramienta principal de difusión La mejor forma de no intervenir en todo el mecanismo es no tener ninguna cuenta, y en caso de tener, reducir su uso al mínimo. Incluso, colgar cosas que sean siempre enlaces externos (a medios que controles). Y si alguien te habla, redirigir a tu canal de comunicación principal.
El futuro de nuestra privacidad
Recientemente, se ha impedido la publicación de una ley europea (chat control) que quería prohibir el cifrado de extremo a extremo con la excusa de proteger la niñez de la pederastia. Grosso modo impedía la comunicación segura entre personas sin posibilidad de poder acceder al contenido del mensaje. Esta ley todavía se está debatiendo y puede acabar siendo aprobada, cosa que supondría la imposibilidad de tener comunicaciones seguras entre personas, violando el artículo 7 de la Carta de los derechos fundamentales europeos (el derecho al respecto de la vida privada y familiar).
Por otro lado, más de una vez se ha querido usar el hecho de que una persona use comunicaciones seguras como indicio del hecho que era una persona delincuente. Es decir, se está criminalizando el uso de herramientas de confianza que permiten establecer comunicaciones seguras y privadas, tildando lis usuaries de delincuentes.

Se tienen que proteger las comunicaciones seguras, la privacidad y seguridad de lis usuaries, tanto como protegemos la libertad de expresión. De hecho, cuanta más gente use estas herramientas en su día a día, menos sospechoso será el momento cuando alguien que lo necesite usar por necesidad. Usar herramientas como Whatsapp, en vez de otros que sí que se preocupan de la privacidad de lis usuaries (como Signal, Tox, Matrix/Elemento, etc.), hace que aquellos que las usan sean sospechosos de estar escondiendo algo. Ya no es que nos preocupamos de nosotros, sino que nos preocupamos de totis.
Ante un futuro que tiende hacia una distopía donde nos gobierne la dictadura del capitalismo de vigilancia, tenemos que fomentar herramientas que nos liberen y sabotear aquellas que nos opriman. ¡Apostamos por la autogestión digital, los cuidados de seguridad y privacidad, y el software libre!
NOTA:
Disclaimer (seguimos siendo nosotres)
Después de leer esta distopía es normal sentirse mal por usar Instagram. No es nuestra intención hacer un juicio de valores a la gente que usan estas redes. Entendemos que dentro de este mundo en el que vivimos existen muchas contradicciones en las que todo el mundo cae y no por ello somos mejores o peores.
La intención del texto es puramente divulgativa: quiere generar discurso y conocimiento en un momento histórico que las tecnologías son cada vez más importantes, pero, a la vez, hay un gran vacío de conocimiento en cuanto a cómo funcionan. Por eso es importante luchar contra este desconocimiento y fomentar el empoderamiento digital de las personas.
Elaboramos nuestras ideas analizando la información que tenemos al alcance, desde una perspectiva feminista, antirracista, anticolonial y libertaria. Si eres una persona interesada en esta materia, con ganas de aprender o generar discurso, te puedes poner en contacto con nosotres para ir formando una red solidaria y seguir avanzando en estos temas.
Hola, recomendáis no poner los botones en la web de compartir en redes sociales (insta, Facebook, WhatsApp, etc) y vosotres lo tenéis puesto… Por si no os habéis dado cuenta lo comento.
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