Anarcofeminismo y Louise Michel

A finales de 2023 se edita por los compañeros de La Congregación Anarcofeminismo y Louise Michel. La obra se compone de los siguientes capítulos:

Anarcofeminismo y Louise Michel, Marian Leighton

Recuerdos y notas acerca de Louise Michel, por Sébastien Faure

Louise Michel, por Charles Malato

Luisa Michel, por Manuel González Prada

Luisa Michel, por la redacción de Tierra y Libertad

El 18 de marzo, por Louise Michel

La nueva internacional, por Louise Michel

La proclamación de la Comuna, por Louise Michel

Fuentes: Para el artículo de Marian Leighton: Our Generation, 21, (Summer 1990) pp. 22-29, Black Rose Books, Montreal. Originalmente se publicó en Black Rose, 1, (April 1974); Para las notas de S. Faure: La Protesta, 25 de febrero de 1924; para el obituario de C. Malato: La Revista Blanca, 15 de enero de 1905; para el obituario de González Prada, el libro de Carlos M. Rama y Ángel J. Cappelletti, El anarquismo en América Latina, Biblioteca Ayacucho, Venezuela, 1990, págs. 319-320; para el artículo de Louise Michel «El 18 de marzo»: La Revista Blanca, 15 de junio de 1901, traducido por Fermín Salvochea; para el obituario de la redacción de Tierra y Libertad y los artículos de L. Michel «La nueva Internacional» y «La proclamación de La Comuna»: Tierra y Libertad, 19 de enero de 1905.

El artículo de Mariam Leighton acaba dando voz a Louise Michel (pp. 13-15):

«Me convertí en anarquista cuando nos exiliaron a Nueva Caledonia por nuestras actividades en la Comuna de París. En los barcos del Estado, nos enviaron con condenas dolorosas y difamatorias, a las que fuimos por completo indiferentes; y ya que obedecíamos a nuestras conciencias, habríamos sido criminales si nos hubiéramos comportado de un modo diferente a como lo hicimos: más bien, nos reprochábamos no haber sido más rebeldes; la tristeza en ciertas circunstancias es traición.

»Para hacer que nos arrepintiéramos por haber luchado por la libertad, y para protegerse contra tan “grandes delincuentes” como nosotros, siempre nos ponían en jaulas como a leones o tigres.

»Durante cuatro meses en el barco, no pudimos ver nada más que cielo y agua, y ocasionalmente el velamen de algún barco, como el ala de un pájaro, en el horizonte —y esa sensación de monotonía era alarmante—. Allí teníamos todo el tiempo del mundo para pensar, impulsados por el suave ritmo de las olas, que se elevaban infinitamente en la distancia o desaparecían todas a la vez en las profundidades inmensas, el estridente | 14 silbido del viento en las velas, el gemido del buque bajo el oleaje; allí estábamos, a merced de los elementos y con la Idea magnificada.

»¡Y bien! La intensidad al contrastar las cosas, los sucesos, los hombres… Al haber visto a nuestros amigos y amigas en la Comuna tirando enérgicamente sus vidas por la borda, tan íntegros y tan aterrados de no ser aptos para sus tareas, yo me convencí pronto de que las personas honestas en el poder serán tan inútiles en él como son dañinas las deshonestas, y que es imposible que la libertad se alíe jamás con ningún tipo de poder.

»Sentí que una revolución que formara cualquier tipo de gobierno sería algo contradictorio, que no abriría de ninguna manera las puertas al progreso, y que las instituciones del pasado, que parecían esfumarse, en realidad, habían permanecido bajo nombres cambiados. Forjadas en las cadenas del viejo mundo, estas instituciones formaron un único bloque que debía desaparecer completamente para dejar paso a un nuevo mundo, feliz y libre, bajo los cielos.

»Vi que las leyes de la atracción, que sin cesar llevan incontables mundos hacia nuevos soles entre las dos eternidades del pasado y del futuro, también presiden los destinos de los seres humanos en un progreso eterno que los atrae hacia un ideal verdadero, siempre cambiante y en crecimiento. Por ello, soy una anarquista, porque sólo la anarquía conlleva la felicidad de la humanidad. Y trabajo por el objetivo supremo, la idea más elevada que la racionalidad humana puede comprender: la anarquía.

»Respecto a cuándo sucederá esto, los progresos, aún desconocidos, continuarán. ¿No es de conocimiento general que lo que es una utopía para una o dos generaciones, se hará realidad para la tercera generación?

»Sólo la anarquía puede brindar conciencia ética al ser humano, ya que únicamente ella puede hacerle totalmente libre. La anarquía significa la completa liberación de las hordas de esclavizados y por ello, de su verdadera humanidad.

»Para todo ser humano que participe en el poder, el Estado es como el hueso que se da al perro, y por esta razón defenderá el poder del Estado.

»Si el poder nos hace agresivos, egoístas y crueles, la servidumbre es igualmente degradante; la anarquía significará el final de la horrible miseria en la que la raza humana ha languidecido siempre; sólo la anarquía no se convertirá en una reanudación del antiguo sufrimiento. Cada vez más, atrae los corazones atemperados en la batalla por la verdad y la justicia.

»Para luchar contra la desesperación, la humanidad desea vivir y adherirse a la anarquía, con la que debe comprometerse para salir del abismo; esta lucha es la dureza que ha surgido bajo las rocas; cualquier otra idea es como ruinas y hierbajos arrancados. Debemos luchar no sólo con coraje, sino también con lógica. Es hora de que el verdadero ideal, que es superior y más hermoso que todas las ficciones que le han precedido, sea mostrado de forma suficientemente precisa para que las masas desheredadas no sigan derramando su sangre por falsas quimeras.

»Por esto soy anarquista».

Louise Michel (1830-1905), rebelde e internacionalista, feminista y anarquista, es conocida, en gran medida, por su participación en la Comuna de París. Fue profesora, escritora, oradora y militante libertaria.  

Ediciones la Tormenta publicó en 2023 una nueva edición de La Comuna, de Louise Michel.

Anarcofeminismo y Louise Michel puedes descargarlo en el siguiente enlace: https://anarkobiblioteka3.wordpress.com/wp-content/uploads/2016/08/anarcofeminismo_y_louise_michel_-_marian_leighton.pdf

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