Puig Antich. La construcción de la memoria

José Luis Terron

El 2 de marzo de 1974 fue ejecutado en la cárcel Modelo de Barcelona Salvador Puig Antich. Durante estos días se han venido celebrando dos homenajes en su recuerdo.

En uno, organizado por las instituciones, se le ha presentado como un joven catalán antifranquista, eludiendo en lo posible su militancia anarquista (M.I.L.) y, por ende, su trayectoria anticapitalista y antiestatista. Esta manera de recordar a Puig Antich suele centrase en sus últimos días, resaltando la barbarie de la ejecución, pero intentando pasar por alto su anarquismo de acción directa. Es la visión que mayoritariamente se ha venido ofreciendo desde el mundo de la cultura y desde el periodismo en Cataluña.

El otro homenaje ha sido organizado desde el anarquismo y, sin obviar sus últimas horas, ha querido recordar su militancia y su compromiso político.

Como es de suponer, el intento de recordar a Puig Antich tal como quiso ser queda disuelto para la mayoría de la población merced a unos mensajes que más que oficiales se nos antojan oficialistas.

Los dos homenajes han coincidido en la realización de sendos murales para recordar a Puig Antich. Sin entrar en valoraciones estéticas, fijémonos en cada uno de ellos.

El que ha promovido el homenaje institucional puede verse en el muro de la antigua cárcel Modelo, justo a la izquierda de la puerta de entrada. Está realizado por María Corte, una gran ilustradora y muralista cuyos trabajos suelen estar atravesados por una perspectiva de género. María Corte juega con dos elementos simbólicos bastante comunes: las velas y el pájaro. Según la muralista las velas representarían la memoria y la llama de Puig Antich, que sigue viva, y el pájaro la libertad y la esperanza. En el mural podemos leer dos mensajes: ‘Savador Puig Antich y Heinz Chez[1] ejecutados’ y ‘Puig Antich el compromiso vigente 1974-2024’. Cabría preguntarnos a qué compromiso se refiere, con qué, con quién, porque el sentido lo da el contexto y ese contexto nos habla de Puig Antich como luchador antifranquista.

El segundo mural, de mayores dimensiones, se encuentra en la conocida popularmente como plaza de Uri Caballero, en la confluencia de las calles Farigola y Cambrils, en el barrio de Vallcarca. Que se haya elegido esta ubicación no es casual; Vallcarca es desde hace años un epicentro del anarquismo en Barcelona. Su autor es Roc Blackblok, muralista que nos atreveríamos a calificar como libertario, con un estilo que lo hace muy reconocible; gran parte de su obra está dedicada a la memoria popular y libertaria. Para realizar el mural ha escogido la imagen más icónica de Puig Antich y en el mismo puede leerse: ‘Diles que continúen luchando[2]’ y ‘Fue el estado’. La contundencia de estas frases contrastan con la calculada ambigüedad de lo escrito en el otro mural. No hace falta añadir que la realización de este segundo mural, que Roc Blackbloc ha hecho desinteresadamente, ha formado parte del homenaje libertario.

Dos murales, dos maneras de darle sentido a la vida de Salvador Puig Antich. En las memorias de Jordi Pujol podemos leer: “Yo, contrario a las armas y al anarquismo, me mantuve al margen de ese caso, como se mantuvieron prácticamente todas las fuerzas políticas”. Esas que ahora dicen recordarle. Esas que en aquellos años estaban construyendo la Transición. Esas a las que estorbaba un anarquista que con la acción directa luchó para los obreros.

Nadie es propietario de la memoria de Puig Antich. Pero nadie tiene derecho a rehacerla para que sea conforme a su pensamiento político. Por nuestra parte, pensamos que el homenaje más que a su memoria es a su legado, porque esa es su memoria, que a la par supone un grito contra la barbarie de la pena de muerte, ese asesinato frío y calculado perpetrado desde el estado.


[1] El preso común que también fue ejecutado para blanquear el asesinato institucional a Puig Antich. Recordad La Torna (Els Joglars, 1977, obra por la que fueron juzgados en Consejo de Guerra), en la que se recrean los últimos días de Georg Michael Welzel (Heinz Ches).

[2] Un carcelero que acompañaba a Puig Antich en las horas previas a su ejecución le preguntó si quería decirles algo a sus gentes. Salvador Puig Antich le contestó: “Digues-els que continuïn lluitant”.

2 comentarios en “Puig Antich. La construcción de la memoria

  1. No sé si el MIL puede considerarse un grupo anarquista vistos sus origenes y su evolución. Que en una última època aparecieran referèncias a la anarquia y al comunismo libertario, en su folleto de la CIA – Conspiracion Internacional Anarquista -, no nos debería llevar a decir que el MIL o Puig Antich fueran exclusivamente anarquistas

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