Foto: Rafa del Barrio
Rafael López Ampliato
Otro día más en el campamento ocupacional, afianzadas, estableciendo relaciones reales; conociéndonos bien, de verdad.
Los signos de compañerismo crecen exponencialmente, así como las ganas de actividad, acción, de praxis política, de molestar. Disipan dudas y rebrotan los motivos que nos empujaban a estar aquí. El campamento sigue en crecimiento constante, compañeras de luchas siguen aportando medios y conocimientos. Se toman medidas para salvaguardar la horizontalidad de la comuna, la comunidad en grupo, proteger su gente y que no se relegue a algunas a una voz sorda -silenciada- que es empujada por la marea.
La gestión de la “akampada” durante el fin de semana, será lo que determine -obviamente de forma relativa- las posibilidades de expansión y continuación de la comuna.
Matizaciones y perfeccionamiento -el error hace la práctica- del funcionamiento de la okupación en materias logísticas. Suman gentes, se redistribuyen materias y apelación a trabajar todas juntas simplemente por las tareas de cuidados y reproducción estaban cayendo en este comité logístico. Totalmente explotadas estos cuatro días han sido quienes han posibilitado seguir. Los váteres portátiles llegan, tarde, pero llegan y preparamos ya si de forma oficial, la expansión del campamento.
Los trabajos son permanentes, así como las actividades de conciencia, pintada de carteles, talleres como el de hoy.
La asamblea de hoy con la participación de sindicatos que nos vuelven a mostrar su apoyo organizándose ellos para ayudarnos de forma continua; con asistentes nuevos y los de siempre, ha funcionado de maravilla, placer extremo.
Fluidez a temas prácticos como los ya mencionados de logística, preparar acciones futuras, participación en la gran manifestación del Sábado conmemorando la Nakba, con pancarta específica -una propia el Martes hacia el campus Universitario más cercano y demás propaganda, carteles y reparto…- y el apoyo al comunicado como a la coordinadora de la Acampada Estatal.
El nuevo método -o la persona encargada hoy, eso ya lo iremos viendo- ha permitido centrarnos y avanzar rápido y cerrar -votar- multitud de propuestas.
Viernes y Sábado 17-18/18-19
La movilización o traslado -surgida de la asamblea excepcional- se realiza en la mañana temprano debido a los aspersores de la noche. Tal como se establece el lugar, nos dirigimos a los compañeros jardineros para que cortaran el riego y resultó que ya lo habían hecho sin que se lo dijéramos, ya estaban sindicalizados. Un gesto de complicidad que llena nuestros corazones, no estamos solas.
Organizamos y abordamos los problemas que trae el fin de semana y la pausa de muchos que volverán el Lunes. Logística sigue matizando su trabajo, se conforma tanto el “punto violeta” como el “punto arcoíris”, se decide el logo de la asamblea y se realiza y se piden los panfletos, pósteres y demás propagandas. Las asambleas empiezan a ser efectivas y de miras a la acción colectiva. Se piden los permisos para establecer columna hasta la manifestación en el Altozano a las 12 h.
Aprovecho el fin de para ayudar con las guardias, aprovecho para conocer más a todes, profundizo las relaciones ya iniciadas. Encuentro jóvenes, tanto de mi edad, como bastante más pequeñas, plenamente conscientes, preocupadas, de voluntad fuerte, capacidad de sacrificio y muy, pero que muy inteligentes -de sociología, antropología, educación, filosofía, historia, periodismo, bellas artes, de conservatorio, geografía, ingenierías, matemáticas…- encuentro gente que puede hacer al menos parecer, el futuro más fácil, más cerca; que son “ya” el futuro.
Acabo la guardia tarde, a las cuatro y algo. Dejo a los del turno de cambio y marcho a casa a descansar. Mañana a las once y media salimos en bloque y formo parte de la seguridad.
Llego y caigo en cuestión de segundos. Al despertar, tan de súbito entre sueños distópicos, sudado de los nervios. Ya toca. Me levanto pongo el café y me vuelvo corriendo en la ducha.
Me echo la bandera de Palestina de mi compare T y hala, a la calle. Llego y están les compañeres acabando de pintar la pancarta para la manifestación, con el lema “Unidas contra el Genocidio”. Unos treinta nos congregamos en la entrada mientras la Policía Local, que nos escoltará, nos espera a la salida.
Salimos cantando y llegamos igual al punto de quedada. La motivación crece cuando la gente nos ve llegar. La emoción se palpa en el ambiente, la juventud llega y con ella un aire fresco embriagador de los tiempos nuevos en la lucha. Nos piden que vayamos justo detrás de la pancarta de la Plataforma Solidaridad con Palestina -la convocante- para que se nos vea bien. Múltiples estudiantes de la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo Olavide comienzan a unirse mientras andamos, así como más y más participantes de la manifestación.
La columna interminable arrasa por las calles del centro señalando cómplices entre las empresas -Starbucks, Burger King, Banco Santander, Mcdonalds, etc- y posicionándonos contra el fascismo. Desde los balcones observan fijamente nuestro lento avance.
La llegada a las Setas y concentración en ella, la lectura de los manifiestos, llamadas al Boicot a Israel, la derogación de la Ley de Extranjería y la “Ley Mordaza”, la ejecución de bailes tradicionales y la recitación de poemas y canciones. Actores y artistas en general, se suman a la causa posicionándose al lado de Palestina. De las mismas setas cuelga una pancarta de apoyo. No vamos a parar hasta conseguirlo, parar el genocidio, parar la barbarie. El aviso es claro, las acciones van a “radicalizarse”.
Al finalizar, las estudiantes acampadas nos reunimos y marchamos con precaución hacia el Rectorado. Las precauciones son pocas tras el ataque nocturno con piedras al campamento de la UPO por parte de “Cuadros Fascistas”.
Como siempre empiezan guardias en la caja nada más llegar, se debaten temas de seguridad, mientras logística establece turnos de comida y comunicaciones con el rectorado.
Los nazis o el Frente Obrero -AKA los nazis también- bichean desde las afueras y se meten en los canales de difusión en wasap.
Decido irme a Descansar antes de la asamblea. Estoy reventado y no he estudiado nada, solo hago actividades, leer y escribir para la militancia y mucho pensar, mucho pensar…
El día ha sido un éxito con nuestra aparición en la manifestación. Solo queda echar el resto y aguantar el fin de semana y esperar no quedarnos treinta a dormir. El calor, el parón de exámenes o no, la participación…
Espero que el reparto de panfletos, el activismo en general nos mantenga fuertes y unidas.
Domingo y Lunes. 19-20/20-21
Me despierto temprano, como el que ha vuelto a nacer. A tientas cojo el móvil y miro las actualizaciones de los grupos en Whatsapp, los aspersores saltan en uno de los dos céspedes, durante la noche. Momentos de locura aunque se sorteó de forma efectiva el problema.
Otra noche más que los fascistas no aparecen. Se mueven por aquí y por allá, amenazan y esperan su momento. La gente está algo intranquila, además porque hay menos gente durante la noche.
La verdad que aunque no descarto la posibilidad de que aparezcan, hemos de decir que estamos en un buen lugar, con muchas cámaras -para bien o para mal- y en un pleno centro de la ciudad, en una de sus Avenidas peatonales principales.
Me levanto, dejo pasar al perro y me hago el café. Antes de ducharme e irme debo, hoy si, estudiar. Estudio o hago lo que puedo. Demasiado está sucediendo.
Como, me ducho, me lavo los dientes y me voy. El campamento sigue intacto pero es un campamento fantasma Lunes de exámenes, con las bibliotecas -la más grande- casualmente cerradas por el Rectorado. Los sitios y las horas pá estudiar -por tema de luz- se reduce considerablemente.
Me dirijo a nuestro espacio donde vamos a tener de temática los autocuidados del grupo, la autocrítica y el abrir este rincón precisamente como espacio de encuentro y darle voz a potenciales excluidas.
Lástima que solo puedo estar al inicio de la práctica debido a la reunión de mi comité -seguridad- sobre temas parecidos; de cómo lidiar con egos y diferencias en la asamblea. Pero se irá haciendo a medida del análisis de un texto “guía” de Extintion Rebelion donde proponen prácticas al respecto.
Asamblea abierta como siempre, incorporando ya los matices y mecanismos para las relaciones de poder y subalternos. Lectura de situación Palestina, minutos y minutos de debates organizativos… y el punto 3: proposición de acciones políticas. La realidad, que aunque estoy muy contento con los avances que se consiguen, pienso que hace falta decolonizar el lenguaje y despatriarcalizarlo. Es decir ir poco a poco soslayando la exclusión potencial o de facto de mujeres, persones “queer”, musulmanas o que viven la exclusión racial.
Se alarga, como siempre, más de lo previsto hasta la noche. Los motivos del bucle asambleario son achacados a la forma de organización de la asamblea -literalmente- y de la acampada; y no precisamente esta vuelta a reabrir ciertos temas y no querer cerrar otros, confiar en la asamblea… Centrarnos en esto ahora que vemos que menos participamos de las Asambleas que se hacen un tanto duras para quien no viva en esta pequeña sociedad en performance. La manifestación del Martes nos dará vida.
Se organizan los turnos de guardias antes de bajar todas juntas a comer. Rica cena de las compis del SAD que nos cuidan y apoyan. Durante los intentos de montar el proyector para ver un documental en el campamento, yo me dispongo a leer un rato. Leyendo la mitad o menos que de normal, pero aprendiendo el triple. Mientras fumo un canelo aprovecho para repasar las sensaciones del día anterior.
Cuando vuelvo, justo acaban de conseguirlo y empezaban a llamar a la gente. Me siento en el césped con los mosquitos -los verdaderos inquilinos, a quienes pagamos en sangre- y empieza el documental. La resistencia de las mujeres en Palestina y su importancia en la jerarquía Palestina. Se lanzan para la reflexión sobre la decolonización del islam y los musulmanes el tema del Hijab, entre otros. Palabras, testimonios, emociones fuertes y como siempre con este pueblo, impresiona su forma de afrontar la existencia.
El documental acaba, tarde, y todes en silencio caminan a las guardias, a por los ordenadores y las tiendas. El viento llega con la noche, vigilancias duras, pero en compañía.
De repente es de día, el sol golpea el plástico d la tienda. Salgo a trompicones, café, libro, sombrita… el tiempo pasa hasta que salgo del ensimismamiento. Me acerco a K y le pregunto sobre el reparto. Las conversaciones de geopolítica, teoría del Estado, el poder, etc, quedaron en la sombra de la noche; ahora es momento de hacer política. Organizamos las diferentes zonas y horarios de reparto de la manifestación -pasacampus- de mañana. El plan de mañana es pasear por una de las zonas de estudiantes -la de Viapol, Psicología y Filosofía, Educación, Económicas, Turismo, Derecho…- y hacer asamblea en una de ellas.
Para ello debemos asegurarnos de ser los máximos posibles y de repartir las “octavillas” sobre la cuestión y nuestras exigencias.
Menos en Filosofía -que nos dejaron hacer y pegar carteles por donde quisimos- en todos los lugares miraban mal o nos ponían pegas. Comunicamos a las compañeras que era real, esto estaba pasando; que llevamos acampadas una semana, y pensábamos continuar hasta que se consiguieran los objetivos-relativos-exigidos.
Mucha caló, miradas de sorpresa o desconcierto, el oasis occidental o la disociación capitalista como forma de vida, plasmada ante nosotras. No entienden qué hacemos aquí, porqué estamos y porqué tiene sentido. Ni si vale, ni si importa, nada. Un pueblo que no existe, para otro preocupado en su placer y descanso. Un pueblo que no cuenta, que no merece un segundo de nuestro tiempo.
Materializa la concepción Occidental de la vida y lo que importa y merece la pena en ella. Preocupado por llegar y arrasar el fin de semana, poco cuentan estas historias, que “serán o seró”, que llegan de Oriente.
Siento que no tardará en saberse la realidad. El mundo tropieza, tambalea y de los resquicios, salimos nosotras. El tiempo se acelera vertiginosamente con una sensación de que cuenta esta vez hacia atrás, mas que hacia delante.
Vuelta al Campus, charlando con tranquilidad. Se come y en lo que comienzan reuniones y prácticas me voy a leer y escribir. Las horas pasan y voy con mi padre a por Marina. Paseo para que vea la acampada y a esperar hasta que den las doce. Hoy los veintisiete los cumplo en el Rectorado.
Free Palestine ❤️
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